Importancia del mantenimiento eléctrico

Todo es electricidad. Hoy en día todo funciona a golpe de enchufe. Sin electricidad, no disponemos de prácticamente ningún servicio. La mayoría de aparatos que utilizamos de forma constante, son eléctricos y por ello, la electricidad es tan importante como el aire. Actualmente, si nos afecta un corte de luz, nos sentimos mancos. No sabemos que hacer en el momento en el que no podemos contar con esos aparatos que nos facilitan la existencia y dependen de la red eléctrica.

Tener una instalación eléctrica en perfectas condiciones, es uno de los factores clave para evitar que haya posibles cortes. Si una vivienda se hunde cuando se ve afectada por un corte de luz, las consecuencias de una circunstancia similar en una empresa, pueden ser devastadoras. Como nos indican los profesionales del sector de la electricidad de Pasero, los daños de una mala instalación eléctrica pueden ser nefastos a nivel empresarial. Tanto en personas que pueden sufrir daños directos como en la propia rutina laboral, los cortes o averías, relacionados con la luz, deben ser en medida de lo posible, prevenidos.

Las consecuencias que pueden generar los fallos en el sistema eléctrico de una empresa, pueden ser de mayor o menor gravedad, independientemente de ello, siempre van a afectar a su productividad por diferentes motivos. Los expertos, recomiendan plantear un plan de mantenimiento eléctrico para evitar los fallos y minimizar los daños en caso de averías, fallos o accidentes.

Llevar a cabo un plan de mantenimiento en el sistema eléctrico, es imprescindible para detectar los posibles fallos y/o anomalías que puedan darse en el funcionamiento del equipamiento eléctrico de las industrias o grandes empresas.

Para comprender un poco mejor la envergadura y las consecuencias que puede traer un fallo en el sistema eléctrico, vamos a introducirnos en el mundo del mantenimiento eléctrico.

En que consiste el mantenimiento eléctrico

Mantenimiento procede de mantener y en eso consiste una labor de mantenimiento: en mantener en orden todo lo relacionado, en este caso, con la instalación eléctrica. Todo elemento que tiene durabilidad, conlleva un mantenimiento periódico para certificar que sigue cumpliendo con sus funciones en buenas condiciones.

En el campo de electricidad, a medida que los equipos industriales que componen la instalación van completando sus ciclos operativos, se incrementan las posibilidades de que presenten fallos o anomalías en su funcionalidad. Las consecuencias de las mismas, pueden ser mínimos descensos en la producción o llegar a producir la detención absoluta de la misma.

Las repercusiones de un hecho de esta categoría pueden producir un impacto económico que comprometa la rentabilidad de la empresa a corto, medio o largo plazo. Con el añadido de que a consecuencia de una avería en la instalación eléctrica puede producir otra serie de accidentes que dañen a otros equipos e incluso, personas.

Teniendo esto en cuenta, es fácil comprender la necesidad e importancia que tiene la labor de mantenimiento. Este mantenimiento, consiste en hacer inspecciones en el equipamiento eléctrico con objeto de facilitar que los posibles problemas de rendimiento, sean detectado lo antes posibles. Las inspecciones pueden realizarse mediante acciones correctivas en respuesta a incidencias puntuales o preventivas, comprobaciones rutinarias realizadas de manera periódica.

Cabe señalar que, aun llevando a cabo las inspecciones de mantenimiento necesarias, es cierto que no pueden detectarse a tiempo todos los problemas. La posibilidad de que surja alguna avería de forma inesperada siempre va a estar presente. Sin embargo, llevar a cabo un correcto plan de mantenimiento, se reduce el margen de forma sustancial.

Las tareas de mantenimiento no se limitan exclusivamente a la industria, obviamente, los edificios residenciales o de uso público, deben llevar al día sus propias inspecciones eléctricas.

Algunos ejemplos de aparatos que requieren un mantenimiento eléctrico, son los calentadores de agua, los aparatos de aire acondicionado, las duchas eléctricas, los sistemas de iluminación, etc.

Las tareas de mantenimiento, comprenden desde la revisión de las tomas de corriente existentes y las conexiones eléctricas entre ellas hasta la medición del amperaje y voltaje de los sistemas. De manera adicional, es un factor clave a revisar la corrosión y el desgaste que puedan sufrir los diferentes componentes de la instalación. La reparación de los daños que puedan producirse ante caídas de tensión o sobrecalentamiento en la red, son a su vez, parte de las tareas de mantenimiento a llevar a cabo de forma periódica.

Tipos de mantenimiento eléctrico que se pueden hacer

Las inspecciones que conllevan un mantenimiento eléctrico pueden diferenciarse en tres variantes. La primera de ellas, encaminada a resolver un problema existente. La segunda, para prevenir los posibles problemas y la tercera, puede ayudar a predecir posibles fallos futuros.

Dentro del mantenimiento correctivo, se actúa de forma inmediata a consecuencia de un problema existente. Ante una avería o fallo en el funcionamiento o rendimiento del equipo o sistema, un equipo acude a realizar un diagnóstico y proponer la solución.

Las pruebas de mantenimiento correctivo, son aplicadas como consecuencia de daños aleatorios en aparatos que no están dentro de un estado crítico por el tiempo de uso, si no a consecuencia de su mal funcionamiento. Lo que viene a ser, arreglar lo que se ha roto.

En el mantenimiento eléctrico preventivo, como su propio nombre indica, se trata de prevenir estableciendo una serie de puntos de control. Estos puntos, son los que hay que revisar de forma periódica para reducir las posibilidades de que los equipos e instalaciones eléctricas, sufran averías.

De este modo, no se suprimen totalmente las posibilidades de fallo o avería, pero se acota el margen de aparición. Estas actuaciones preventivas, ayudan a que la vida útil del equipo, se alargue sustancialmente.

Las pruebas más habituales que se llevan a cabo, en las tareas de mantenimiento preventivo, consisten en la comprobación de relés o disyuntores, cargas de batería o verificaciones de la corriente, sea alterna o continua.

Realizar tareas de mantenimiento eléctrico predictivo, forman parte de un cambio en el paradigma del mantenimiento. Este cambio mezclado con la tecnología adecuada, proporciona un mapeo certero del rendimiento de los equipos. De este modo se pueden dirigir las actuaciones de mantenimiento en la dirección mas adecuada.

La idea de este tipo de mantenimiento, es detectar el fallo antes de que este se produzca. Para lograrlos, se obtienen datos en tiempo real de los equipos que proporcionan la información necesaria para entender que estamos ante una avería inminente o un error de funcionamiento.

Entre las tareas de mantenimiento predictivo se encuentran las pruebas de infrarrojos o los análisis de temperatura de los propios equipos.

Pasos de un plan de mantenimiento eléctrico

Preparar un plan de mantenimiento adecuado, conlleva seguir una serie de pautas. En primer lugar, hay que discriminar dentro del equipamiento en función de la prioridad que tenga en la cadena. Los menos críticos, pueden revisarse cada mas tiempo o depender de un mantenimiento correctivo. Los prioritarios deber ser revisados con mayor frecuencia ya sea con un plan predictivo o preventivo.

La segunda fase de un plan de mantenimiento, debe detectar los posibles patrones que formen los fallos en los equipos. Así se acotan la proporción de los mismos que responden a fallos impredecibles.

En tercer lugar, hay que evaluar la duración del lapso temporal en el que va a ser necesario cortar la corriente de los equipos o fases del cuadro eléctrico. Esto es imprescindible para determinar en que medida es asumible la paralización sin penalizar el resto de la producción.

Por último, procurarse una lista detallada de todos los materiales o piezas que van a ser necesarios para completar la tarea de mantenimiento. Piezas a sustituir, herramientas necesarias, etc.

Estas son básicamente las etapas a llevar a cabo para realizar una buena labor de mantenimiento eléctrico. Sin duda, un buen mantenimiento, es la clave de un óptimo rendimiento.

 

 

 

 

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