Las grandes marcas de cerraduras mejoran su gama de cerrojos con modelos anti-bumping, anti-taladro y anti-extracción. Una medida tradicional, que por ser antigua no deja de ser eficaz. Los cerrojos refuerzan la seguridad de la puerta de entrada de tu casa y de tu comercio.
Los comerciales de Spadico, una ferretería industrial online con una gran variedad de artículos para la casa, los comercios y las explotaciones industriales, nos cuentan que los cerrojos son cerraduras de fácil instalación que complican en gran medida el acceso no deseado.
En el gremio de la cerrajería hay una máxima: no existe cerradura infalible. Si un ladrón se lo propone, puede entrar en tu casa. El trabajo de las cerraduras y de los elementos de seguridad es ponérselo complicado. Cuanto más difícil sea abrir una puerta y más tiempo le lleve hacerlo, más fácil es que el caco desista en su intento.
Los cerrojos son cerraduras superpuestas, atornilladas a la cara interna de la puerta, que bloquean su apertura alojando una barra de hierro macizo dentro de un puente metálico.
En Madrid han sido siempre muy populares. Tanto es así, que cuando una persona denunciaba un robo en su casa, el agente de policía le recomendaba que instalara un cerrojo tipo Fac. Gran parte de las casas y los comercios de Madrid tienen un cerrojo en su puerta.
Fac es una marca española de cerraduras que se hizo famosa por sus cerrojos. Pero no es la única casa que los fabrica. Encontramos cerrojos bastante efectivos producidos por marcas como Lince, Yale o Azbe.
Más que la complejidad del bombín o de la llave, los cerrojos son una medida efectiva en sí misma por su propio funcionamiento. Para desplazar por completo un cerrojo, el caco debe dar 3 o 4 vueltas a la cerradura, lo cual aumenta el tiempo de apertura.
Cómo se instalan.
Una de las ventajas de los cerrojos es su fácil instalación. Si eres hábil con el bricolaje puedes colocarlo tú mismo. El blog de cerrajería Cerrajero en casa nos explica paso a paso cómo hacerlo. Esta es la forma de instalarlo:
- Toma medidas. Con la puerta abierta, calcularemos dónde vamos a colocar el cerrojo. Cubre la zona con cinta de carrocero para no dejar marcas. Procura que la cerradura del cerrojo esté alineada con la cerradura principal de la puerta. Para dejar un trabajo más pulido.
- Taladrar la puerta. En el punto en el que va a ir el bombín que saldrá por el otro lado, taladraremos toda la puerta con una broca para madera de 3 mm. Este agujero nos servirá para centrar el orificio. En el taladro, sustituimos la broca por una corona de uno 30 mm de diámetro. Taladramos la mitad de la puerta, por un lado, tomando como referencia el agujero que hemos hecho antes, y la otra mitad por el otro. De esta manera evitaremos que se agriete la puerta. Al finalizar este paso debemos asegurarnos de que la cerradura encaja.
- Atornillar la cerradura. Este es un paso sencillo. Con la cerradura encajada, marcaremos sobre la puerta con un lápiz los puntos en los que irán los tornillos. Para facilitar el camino, podemos taladrarlos unos milímetros con la broca. Quitamos la cinta de carrocero y atornillamos la cerradura.
- Colocar el puente. Cuando echamos la llave, la barra de hierro queda alojada en un puente metálico atornillado al marco de la puerta. Cuando hayamos colocado la cerradura, con la puerta cerrada, tomamos las medidas. Si hemos llegado hasta aquí, este paso nos resultará sencillo. Basta con atornillar el puente en los agujeros que hemos señalado.
- Acabado. Para cubrir el agujero que atraviesa el bombín, colocaremos un escudo embellecedor. En los cerrojos anti-bumping, este escudo se atornilla por la parte de dentro a una placa de hierro, lo que dificulta su extracción. Además de ser un elemento estético, el escudo cumple una función de seguridad. En este caso, taladraremos toda la puerta con una broca del 3 donde están los agujeros de la placa. Allí fijaremos allí los tornillos.
Tecnología anti-bumping y anti-extracción.
El bumping es una técnica de apertura utilizada por los ladrones, que permite abrir una puerta con la llave echada sin forzar la cerradura.
La web de seguridad Eurosegur señala que 9 de cada 10 cerraduras pueden ser abiertas con bumping.
En el bumping, el ladrón utiliza una llave que entra en nuestra cerradura, pero no abre, con los dientes comidos a una profundidad determinada. Con un golpe de martillo consigue desplazar los pernos de la cerradura, permitiendo por un instante que gire la llave.
Cuanto más antigua sea una cerradura y más se utilice, más fácil es abrirla por este procedimiento.
Una forma de dificultar el bumping es instalar cerraduras con llaves que tengan un perfil extraño. Las llaves de serreta europeas tienen un perfil estándar. Si lo vemos, casi todas tienen forma de “S”. Es lo que se llama perfil universal. Esto hace que muchos modelos de llave sean compatibles entres sí. Esto también sucede con las llaves de puntos. El grosor y las dimensiones de la paleta están estandarizados.
La manera que tienen los fabricantes de contrarrestar la apertura por bumping es mediante la colocación de un sistema de pernos y contra-pernos, por los que si los dientes de la cerradura no tienen una altura precisa, no permite que el bombín gire. No podemos decir que este sistema sea infalible, con paciencia y pericia se puede llegar a forzar una cerradura anti-bumping. Lo que sí lo hace más complicado y ganamos un tiempo precioso, que puede jugar a nuestro favor.
Otra técnica utilizada por los ladrones es la extracción de los bombines. Esto se hace mediante una herramienta popular entre los cerrajeros llamada extractor de campana. Para ello, colocan un tonillo en la ranura de la cerradura. El ladrón ajusta manualmente el extractor, que es un cilindro hueco con un enganche a rosca, y con una llave de carraca van estirando del tornillo hasta que logran partir el bombín por la mitad, en su parte más débil. Con una llave universal de leva, que se puede comprar en cualquier ferretería, consiguen abrir la puerta, aunque la llave esté echada.
Es un procedimiento más invasivo, inutilizan por completo la cerradura. Pero es un sistema silencioso con el que se consigue abrir el 80% de las cerraduras con bombín extraíble.
Las cerraduras compactas de una pieza, como los cerrojos con llave, dificultan este procedimiento. Más todavía, si disponen de elementos de seguridad adicionales como escudos anti-extracción o placas de acero internas.
Beneficios para la seguridad de los cerrojos.
Debemos partir, antes que nada, de que el cerrojo es un complemento. No puede funcionar como cerradura principal. Una de las razones disuasorias de los cerrojos es que el ladrón para poder entrar debe forzar dos cerraduras, no una. Lo que le puede ocupar el doble de tiempo. En el allanamiento de domicilios, el tiempo y la discreción son fundamentales.
Estos son algunos beneficios de estas cerraduras superpuestas:
- Seguridad reforzada: Los cerrojos de llave proporcionan un plus de seguridad a las puertas, dificultando el acceso no autorizado. Al ser más difíciles de forzar o abrir sin la llave adecuada, brindan tranquilidad y protección.
- Control de acceso: Con un cerrojo de llave, puedes controlar quién tiene acceso a tu hogar o local comercial. Puedes entregar llaves solo a personas de confianza y restringir el acceso a aquellos que no deberían entrar.
- Facilidad de uso: Aunque requieren el uso de una llave física, los cerrojos de llave son fáciles de operar. Simplemente basta con girar la llave para abrir o cerrar la puerta, sin necesidad de códigos o tecnología compleja.
- Durabilidad y resistencia: Los cerrojos están diseñados para ser duraderos y resistentes al desgaste. Hechos de materiales como el acero, pueden soportar el uso diario y ofrecer una larga vida útil sin un mantenimiento constante.
- Prevención de robos: Al instalar un cerrojo de llave visible en la puerta, disuades a posibles ladrones. Muchos delincuentes buscan objetivos fáciles de perpetrar. La presencia de un cerrojo de llave puede hacer que se lo piensen dos veces antes de intentar entrar.
- Compatibilidad con otras medidas de seguridad: Los cerrojos de llave se pueden complementar con otros sistemas de seguridad, como alarmas, cámaras de vigilancia y otras cerraduras adicionales. Contribuyendo a acorazar tu local comercial.
Características de los modelos nuevos.
Los cerrojos último modelo introducen nuevos elementos que aumentan aún más la seguridad.
Uno de ellos es que se entregan con llaves patentadas. Llaves que solo se pueden copiar en ferreterías y cerrajerías autorizadas, entregando la tarjeta de la cerradura. Ni tan siquiera se copia la llave allí mismo. El establecimiento lo encarga al fabricante con el código de serie de la llave.
Otro elemento que suelen añadir es la incorporación de placas anti-palanca que se atornillan al canto de la puerta, y debe ser atravesada por la barra de hierro. Haciendo que la cerradura sea más compacta.
La presencia de escudos anti-extracción y de placas de acero internas dificulta la apertura no autorizada de la puerta mediante los métodos más usados por los ladrones.