Renting de vehículos, una opción para PYMES y autónomos.

El alto precio de los vehículos y la dificultad para financiarlos han hecho que cojan fuerza otras alternativas. El renting y el leasing son dos opciones para que autónomos y PYMES dispongan de los vehículos necesarios para desempeñar su actividad sin necesidad de comprarlos.

El renting es un alquiler de vehículos a largo plazo. Puede durar desde varias semanas hasta 5 años. Al contratar un alquiler por un periodo prolongado de tiempo, siempre se pueden negociar unas cuotas más bajas y mejores condiciones que si lo hiciéramos de forma particular por unos días.

Muchos autónomos necesitan un vehículo para realizar sus actividades. Xoán que tiene una empresa de catering en Lugo, nos cuenta que la furgoneta que emplea para prestar los servicios la tiene alquilada a Mouronte, una agencia de alquiler de vehículos, con más de 15 años de experiencia, que alquila coches tanto a particulares como a empresas. La relativa inestabilidad de la economía, sobre todo en el sector servicios, hace que algunos autónomos opten por soluciones más flexibles.

Comprar una flota de furgonetas supone una inversión. Si la actividad de la empresa no crece lo previsto o pasa por una mala racha, el empresario acarrea con los vehículos comprados y, en ocasiones, debe lidiar con los bancos para pagar el crédito que solicitó en su momento.

El alquiler a largo plazo de un vehículo no es la compra de un activo. Si las cosas van mal, el autónomo puede desprenderse del automóvil, provocándole menos perjuicio económico que si lo hubiera comprado. Si para efectuar su actividad es imprescindible que disponga de un vehículo, siempre puede alquilar otro más económico. Algunas agencias de alquiler de vehículos industriales ni siquiera exigen un periodo de permanencia.

El renting, por tanto, es un gasto fijo para la empresa. Como lo es el alquiler del local o los pagos trimestrales a Hacienda. Esto facilita al autónomo o a la PYME planificar su actividad mensual sabiendo con más exactitud los beneficios que va a obtener. Pudiendo tomar decisiones más acertadas en la gestión de su negocio.

Ventajas del renting.

La revista de coches Autopista opina que el renting es la mejor opción para los autónomos. Los gastos derivados del vehículo, como el impuesto de circulación y el pago del seguro, corren a cargo de la agencia. Estos son algunos beneficios del renting:

  1. Gestión simplificada: El renting facilita la gestión de los vehículos al proporcionar un paquete integral que incluye el mantenimiento, el pago del seguro y la asistencia en carretera, liberando al autónomo de tareas administrativas.
  1. Renovación del alquiler: Permite a los autónomos y empresas acceder a vehículos actualizados sin la necesidad de grandes inversiones, asegurando una flota moderna y eficiente.
  2. Control de gastos: La cuota mensual fija facilita la planificación financiera de la empresa, eliminando sorpresas y permitiendo un mejor control de los gastos.
  3. Deducción fiscal: Las cuotas mensuales en el alquiler de vehículos por un periodo largo de tiempo se pueden deducir en el I.R.P.F. de los autónomos y en el impuesto de sociedades de las empresas.
  4. Servicios adicionales: Estos alquileres suelen incluir servicios adicionales como el seguro a todo riesgo, mantenimiento preventivo del vehículo y asistencia en carretera.
  5. Flexibilidad del contrato: Otra de las ventajas de estos alquileres son la flexibilidad de opciones que presentan algunos contratos. Evidentemente, hay que estudiarse el contrato que se ha firmado, pero muchos de ellos permiten una variación en términos de duración y kilometraje, adaptándose a las necesidades cambiantes del autónomo y su negocio. Algunos, ni siquiera tiene cláusula de permanencia, por lo que el autónomo va pagando la cuota mensual el tiempo que necesite el vehículo.
  6. Evita la inmovilización de capital: Esto significa que con el renting, el autónomo o la empresa, no invierte el capital en la adquisición de vehículos, un bien que se va depreciando con el tiempo, sino que lo dirige a otros bienes que se pueden ir revalorizando. Pudiendo obtener un beneficio en caso de que el día de mañana necesitar venderlos.
  7. Imagen corporativa: Contar con vehículos industriales, modernos y bien equipados, mejora la imagen del autónomo, transmitiendo confianza y profesionalidad a sus clientes y colaboradores.

El leasing, la otra opción.

El leasing es un alquiler a medio plazo con opción a compra. Este es un sistema que se lleva aplicando desde hace muchísimos años a la maquinaria industrial y que, por supuesto, también afecta a los vehículos.

Un contrato de leasing suele tener una duración de unos dos años, al cabo del cual, el arrendatario se puede quedar con el vehículo, pagando la diferencia. Normalmente, es necesario pagar una cuota de entrada, además de las cuotas mensuales, más una cantidad final en el caso de que el arrendatario decida quedarse con el automóvil.

Esta operación comercial tiene una forma jurídica peculiar. Mientras que con el renting, la propiedad del vehículo es de la agencia de alquiler de coches y es ella quien asume todas las responsabilidades, en el leasing, la propiedad es del arrendador. Esto significa que debe suscribir a su nombre el seguro del vehículo y correr con los gastos de mantenimiento.

Dice el R.A.C.C., Real Automóvil Club de Cataluña, que conociendo el precio de un vehículo se puede calcular la cuota mensual del leasing. A grandes rasgos, lo que haríamos sería dividir el precio del automóvil entre el número de meses del contrato, le aplicaríamos un porcentaje de intereses y le añadiríamos un valor residual. La empresa de leasing obtiene sus beneficios a través de los intereses y de la cuota de liquidación. Digamos que opera como si fuera una financiera privada, pero con la opción de renunciar a la propiedad del bien una vez finalizado el contrato.

Esto es diferente a como lo actúa una agencia de alquiler de vehículos. Que lo que hace es poner en alquiler un coche de su propiedad bajo los precios marcados por la ley de la oferta y la demanda.

El leasing es totalmente deducible de cara a Hacienda. Cualquier cantidad abonada en el leasing se puede desgravar en concepto de intereses de deuda. Para el Estado es como si hubieras adquirido un vehículo y las cuotas del leasing fueran los plazos del crédito.

Finalizado el contrato de leasing, el arrendatario tiene 4 opciones: adquirir el vehículo por el precio residual, devolver el coche, prorrogar el contrato de leasing o suscribir otro contrato nuevo con otro vehículo.

Digamos que el leasing es la mejor alternativa para amortizar los gastos del alquiler, ya que tiene la opción de poder adquirir el vehículo. Los pagos que han efectuado anteriormente, sirven como adelanto; si bien, el arrendatario se encuentra más expuesto que con un renting.

Diferencias entre el renting y el leasing.

Las dos opciones permiten a los autónomos y empresas contar con los vehículos que necesitan sin necesidad de comprarlos. No nos podemos quedar con la idea de que un leasing es un alquiler con opción a compra, sin más. Estas son algunas diferencias entre los dos modelos:

  1. Propiedad del Vehículo: En el renting, la propiedad siempre permanece en manos de la agencia de alquiler de vehículos. No sucede así con el leasing, donde a efectos legales el arrendatario actúa como propietario y la empresa de leasing como subsidiario.
  2. Duración del contrato: El leasing puede tener contratos más largos y flexibles, debido a que se pueden prorrogar. En cambio, el renting suele ofrecer contratos más cortos, adaptados a las necesidades del arrendatario a corto plazo.
  3. Mantenimiento: En el renting, la empresa de renting asume la responsabilidad del mantenimiento y reparaciones del vehículo, mientras que en el leasing, esta responsabilidad recae en el arrendatario.
  4. Gestión de seguros: En el renting, la agencia que alquila el coche suele gestionar el seguro del vehículo, mientras que en el leasing, la responsabilidad recae en el arrendatario.
  5. Opciones de final de contrato: En el leasing, se puede ejercer la opción de compra al finalizar el contrato. En el renting, no hay opción de compra; el vehículo vuelve a la empresa.
  6. Inmovilización de capital: El leasing puede requerir una inversión inicial e implicar una inmovilización de capital, mientras que el renting evita esta inmovilización.
  7. Uso del vehículo: En el leasing, el arrendatario tiene una mayor libertad para personalizar y utilizar el vehículo, ya que se espera que lo compre al final del contrato. En el renting, la personalización suele ser limitada.
  8. Flexibilidad y cambio de vehículo: El renting ofrece una mayor flexibilidad para cambiar de vehículo durante y al finalizar el contrato, adaptándose a las necesidades cambiantes de la empresa. En algunos contratos se ofrece vehículo de sustitución en el caso de que el vehículo alquilado haya sufrido alguna avería. Estas opciones no se suelen contemplar en los contratos de leasing.

Con la inflación que estamos viviendo estos últimos años, el precio de los vehículos industriales se ha disparado. Pero, como hemos visto antes, opciones como el renting permiten a autónomos y empresas disponer de los vehículos que necesitan, dinamizando de esta forma la economía.

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