¿No sabes qué hacer este verano? Quizá estás cansado del mismo plan de todos los años: la playa, la piscina, el chiringuito, las fiestas hasta la madrugada… Cosas que, quizá te ayuden a desconectar, pero no despiertan en ti esa chispa que necesitas para hacer que estas vacaciones sean memorables.
Desde aquí te proponemos un plan nuevo, nada alejado de la costa, y que te permitirá ver cosas increíbles: ¡Aprender a bucear! No te preocupes si no sabes, y acompáñanos a conocer todos los detalles.
¡Vamos a ello!
¿Necesitas razones para lanzarte? Aquí te convencemos.
A ver, ¿por qué bucear es mucho más que un plan divertido? Pues porque bucear es una de esas experiencias que cambian tu forma de ver el mar (y quizá las vacaciones).
Por un tiempo, dejas de ser un simple espectador en la orilla y te conviertes en parte de un ecosistema lleno de vida, color y movimiento. Es como entrar en otro mundo: silencioso, tranquilo, lleno de criaturas y paisajes que parecen de otro planeta. Sin embargo, más allá de lo espectacular, el buceo también nos aporta beneficios reales, tanto físicos como mentales:
- Bucear reduce el estrés y la ansiedad.
Cuando controlas tu respiración y aprendes a moverte despacio bajo el agua, entras en un estado de calma y concentración muy parecido al de la meditación.
- Fortalece el cuerpo sin impacto.
Nadar con el equipo mejora la resistencia, fortalece los músculos y protege las articulaciones.
- Mejora la capacidad pulmonar.
Aprender a respirar de forma consciente es lo más importante para bucear, y ese control respiratorio se nota incluso fuera del agua.
- Fomenta la conciencia ecológica.
Estar cara a cara con el fondo marino te hace más consciente de la necesidad de protegerlo; de hecho, muchos buceadores se implican después en limpieza de fondos o divulgación ambiental.
Y lo mejor: no necesitas experiencia previa. Con una pequeña iniciación, puedes descubrir si esto es lo tuyo y vivir tu primer contacto con el fondo marino de forma segura y guiada.
El bautismo de buceo: tu primera gran inmersión.
¿Cómo se inicia una persona normal y corriente en el mundo del buceo? ¡Fácil! A través de un bautismo de buceo. El amable equipo de Pro Dive Lanzarote nos explica en qué consiste:
El bautismo de buceo es una actividad pensada especialmente para principiantes, en la que te acompaña un instructor profesional en todo momento y no necesitas título previo ni conocimientos técnicos. Consta de 3 partes:
- Primera parte teórica: antes de meterte en el agua, recibirás una pequeña explicación sobre el equipo, cómo respirar por el regulador, cómo moverte bajo el agua y algunas señales básicas de comunicación.
- Práctica en superficie o en aguas poco profundas: la idea es que te familiarices con el equipo y las sensaciones de respirar bajo el agua. Puede hacerse en piscina o directamente en el mar (depende del centro), y siempre en zonas seguras.
- Inmersión real: normalmente se realiza a poca profundidad, entre 5 y 10 metros, y siempre con supervisión directa del instructor. Tú no tienes que ocuparte de nada técnico, solo disfrutar y dejarte llevar.
Este evento suele durar entre una y dos horas, y es la mejor forma de saber si este deporte te engancha. Tu experiencia puede ser privada o con otros compañeros ¡Es muy adaptable! Y lo mejor es que, una vez la vivas, lo más probable es que te entren ganas de apuntarte a un curso completo de buceo.
Preguntas que pueden asaltarte respecto al buceo.
- ¿Qué necesitarás?
Una de las grandes dudas de quienes se acercan al buceo por primera vez es: “¿Necesito comprarme algo?” La respuesta es: no para empezar. Todos los centros de buceo te proporcionan el equipo necesario durante el bautismo o incluso en los cursos.
Este equipo básico incluye:
- Máscara: para poder ver claramente bajo el agua.
- Regulador: es el aparato que te permite respirar del tanque de aire comprimido.
- Chaleco hidrostático (BCD): con él podrás controlar tu flotabilidad y llevar la botella.
- Botella de aire comprimido: la fuente de oxígeno para tus inmersiones.
- Neopreno: dependiendo de la temperatura del agua, te protege del frío y de rozaduras.
- Aletas: facilitan el desplazamiento bajo el agua con el menor esfuerzo.
Si decides seguir buceando de forma más habitual, puede que quieras comprarte tu propia máscara o traje de neopreno para mayor comodidad, pero al principio lo más recomendable es probar con el material del centro; así también evitarás errores de compra.
- ¿Hay personas para las que el buceo no está recomendado?
Así es: por desgracia, existen ciertas limitaciones médicas para algunas personas que pueden desaconsejar sumergirse tales como: problemas cardíacos, problemas respiratorios graves, epilepsia, trastornos auditivos relacionados con la presión, asma, etc.
También hay que tener en cuenta el estado general de salud: si estás resfriado, tienes congestión nasal o padeces infecciones de oído, es mejor posponer la inmersión. De hecho, los centros de buceo suelen requerir que rellenes un cuestionario médico y, en algunos casos, presentar un certificado que acredite tu aptitud física. Esto no significa que haya que estar en forma como un atleta, pero sí es importante tener una buena condición general para disfrutar del agua con seguridad.
Si estás preocupado por tu salud y quieres bucear, lo mejor es hablar con tu médico: él podrá aconsejarte en función de tu historial y quedarás más tranquilo. Además, no tienes por qué quedarte sin hacerlo, ya que quizá hay inmersiones menos profundas y otras formas de intentar hacerlo que pueden adaptarse a tu situación; lo importante es informarte bien sobre todas las posibilidades.
- ¿Y si me da miedo sumergirme?
Es más común de lo que parece sentir respeto (o directamente miedo) al pensar en sumergirse, y, aun así, querer probarlo.
El mar impone, sobre todo si no estás acostumbrado a estar bajo el agua o no te sientes cómodo con la idea de respirar con un regulador. La buena noticia es que todo esto se puede trabajar.
Muchos instructores están muy preparados para acompañarte en ese primer paso, ir poco a poco y ayudarte a superar el miedo. El bautismo de buceo, sin ir más lejos, se realiza en aguas poco profundas y siempre acompañado, por lo que suele ser una forma idónea de vencer esa inseguridad. Además, al hacerlo en un entorno controlado y con atención personalizada, es mucho más fácil relajarse y empezar a disfrutar de la experiencia.
- ¿Puedo bucear un solo día en mis vacaciones, o es mejor hacer un curso?
¡Depende mucho de lo que busques! Si lo que te apetece es probar la sensación de estar bajo el agua y vivir una experiencia diferente sin comprometerte demasiado, una excursión corta y controlada practicando buceo bajo poca inmersión puede ser perfecto (no necesitarás experiencia previa y solo te llevará unas horas).
Ahora bien, si te ha picado la curiosidad y te gustaría bucear de forma más independiente, lo mejor es hacer un curso. Esto supondrá una inversión de tu tiempo y de tu bolsillo, pero también te formará mucho mejor por si buscas hacer buceo en tus próximas vacaciones. Así que, si el mar te llama de verdad, puede que merezca la pena dar ese paso.
Lugares idóneos para practicarlo.
Estamos en un país que es perfecto para practicar buceo, por lo cual, no tenemos por qué irnos al caribe para ver paisajes marinos increíbles: España tiene costas con fondos espectaculares tanto en el Mediterráneo como en el Atlántico, e incluso zonas de interior con embalses o lagos acondicionados.
Si buscas una lista de lugares recomendados, nosotros empezaríamos por los siguientes:
- Las Islas Canarias.
En las islas puedes disfrutar de agua templada todo el año, por lo que podrás disfrutar del buceo incluso si no estás en vacaciones de verano. Además, sus fondos volcánicos y la biodiversidad con la que cuentan sus aguas, te encantarán.
- Costa Brava (Cataluña).
La Costa Brava es el entorno ideal para bautismos y cursos, ya que cuenta con muchas calas accesibles y muchísimos buenos centros de formación.
- Islas Baleares.
En Menorca, Mallorca o Ibiza encontrarás cuevas, reservas marinas y aguas cristalinas ¡El paraíso del buceo!
- Murcia y Almería.
El Parque Natural de Cabo de Gata o la reserva de Cabo de Palos son tesoros submarinos.
- Costa del Sol y El Estrecho.
Como era de esperar, Tarifa está súper recomendada para bucear, además de para hacer Surf, Kitesurf y mucho más. Asimismo, Estepona y Nerja también ofrecen experiencias increíbles que disfrutarás desde el primer momento. Lo más importante es elegir un centro de buceo certificado y con instructores titulados. Y si te haces fan del tema, ¡puedes ir coleccionando inmersiones por toda la costa española!
Este verano, si buscas algo diferente, emocionante y que te deje recuerdos para siempre, no lo dudes: prueba el buceo. ¿Quién sabe? ¡Quizá encuentres bajo el agua algo que llevas tiempo buscando en la superficie que cambiará tu vida!



