Aprende a cuidar tus zapatos, sean cuales sean.

Cuidar y mantener limpios nuestros zapatos no es solo una cuestión de estética, sino también de salud y durabilidad. Un calzado bien cuidado refleja nuestra atención al detalle y nuestro estilo personal. Además, un mantenimiento adecuado puede prolongar la vida útil de nuestros zapatos, evitando gastos innecesarios en reemplazos frecuentes.

Por otro lado, un calzado limpio y en buen estado contribuye a nuestro bienestar, ya que un zapato deteriorado o sucio puede afectar a la comodidad y a la salud de nuestros pies. En este artículo, aprenderás cómo cuidar cada tipo de zapato y cómo eliminar las manchas más comunes para que siempre luzcan impecables. En primer lugar, conozcamos métodos y artículos para mantener limpios y cuidados cada tipo de zapatos.

Zapatos de piel.

La piel es un material elegante y duradero, pero necesita cuidados específicos para mantener su apariencia y prolongar su vida útil.

  • Limpieza diaria: utiliza un paño suave y seco para quitar el polvo y la suciedad superficial. Si hay manchas, puedes usar un paño ligeramente humedecido con agua y jabón neutro. Es importante no empapar la piel para evitar que se dañe.
  • Hidratación: desde Perez Burgos e Hijos S.L afirman que la piel necesita hidratación para no resecarse y agrietarse, así que recomiendan utilizar una crema hidratante específica para piel cada dos o tres meses. Aplica una pequeña cantidad con un paño suave y frota en movimientos circulares.
  • Protección: usa un spray protector contra el agua y las manchas. Asegúrate de que el producto sea adecuado para el tipo de piel de tus zapatos.
  • Almacenamiento: guarda los zapatos de piel en un lugar fresco y seco. Utiliza hormas de madera para mantener su forma y evitar arrugas.

Zapatos de ante.

El cuero de ante es delicado y requiere un tratamiento especial para mantenerse en buen estado.

  • Cepillado: usa un cepillo específico para ante para eliminar la suciedad y restaurar la textura del material. Hazlo siempre en seco y en una sola dirección.
  • Eliminación de manchas: para manchas leves, utiliza una goma de borrar especial para ante. Frota suavemente hasta que la mancha desaparezca. Para manchas más persistentes, puedes usar un limpiador específico para ante.
  • Protección: aplica un spray protector para ante para prevenir manchas y daños por humedad.
  • Almacenamiento: guarda los zapatos en un lugar seco y lejos de la luz directa. Usa hormas para mantener la forma.

Zapatos de tela.

Los zapatos de tela son cómodos y sirven para todo, pero también requieren cuidados para evitar que se deterioren rápidamente.

  • Limpieza diaria: elimina el polvo y la suciedad con un cepillo suave o un paño seco.
  • Lavado: si los zapatos están muy sucios, puedes lavarlos a mano con agua tibia y jabón suave. Evita sumergirlos completamente en agua y nunca los laves a máquina, ya que pueden deformarse.
  • Secado: deja secar los zapatos al aire libre, pero no bajo la luz directa del sol, ya que esto puede hacer que los colores se desvanezcan. Rellénalos con papel para mantener su forma mientras se secan.
  • Protección: usa un spray protector para telas para evitar manchas y daños por humedad.

Zapatos de charol.

El charol es un material brillante y elegante, pero puede rayarse fácilmente si no se cuida de la forma adecuada.

  • Limpieza diaria: usa un paño suave y húmedo para limpiar el polvo y la suciedad. Para manchas más difíciles, utiliza un limpiador específico para charol.
  • Abrillantado: aplica un poco de aceite de vaselina con un paño suave para mantener el brillo del charol. Frota en movimientos circulares hasta que el material esté completamente brillante.
  • Protección: evita el contacto con superficies ásperas para prevenir arañazos. Si el charol se raya, puedes utilizar un rotulador de retoque para disimular las marcas.
  • Almacenamiento: guarda los zapatos en una bolsa de tela para protegerlos del polvo y la humedad. Evita apilarlos para prevenir deformaciones.

Manchas más comunes y cómo eliminarlas.

  • Manchas de hierba.

Las manchas de hierba pueden ser difíciles de eliminar, pero no imposibles.

    • Zapatos de tela: mezcla una parte de vinagre blanco con dos partes de agua. Aplica la solución sobre la mancha con un paño suave y frota suavemente. Luego, enjuaga con agua limpia y deja secar al aire.
    • Zapatos de piel: usa un limpiador específico para piel y un paño suave. Aplica el limpiador sobre la mancha y frota en movimientos circulares hasta que desaparezca. Limpia con un paño húmedo y deja secar.
    • Zapatos de ante: cepilla la mancha con un cepillo para ante. Si la mancha persiste, utiliza una goma de borrar especial para ante. Si aun así no se elimina, aplica un limpiador específico para ante.
  • Manchas de barro.

El barro puede dañar los zapatos si no se elimina adecuadamente.

    • Zapatos de tela: deja secar el barro completamente. Una vez seco, cepilla suavemente para quitar la mayor cantidad posible de barro. Luego, limpia con un paño húmedo y jabón suave.
    • Zapatos de piel: deja secar el barro y luego cepilla suavemente. Usa un paño húmedo con jabón neutro para eliminar los restos de barro. Hidrata la piel después de la limpieza.
    • Zapatos de ante: una vez seco el barro, cepilla suavemente con un cepillo para ante. Si la mancha persiste, usa un limpiador específico para ante.
  • Manchas de aceite.

El aceite puede ser muy perjudicial para los zapatos si no se trata rápidamente.

    • Zapatos de tela: aplica polvos de talco sobre la mancha y deja actuar durante unas horas para que absorba el aceite. Luego, cepilla y limpia con un paño húmedo.
    • Zapatos de piel: usa un paño seco para absorber el exceso de aceite. Luego, aplica un limpiador específico para piel y frota suavemente.
    • Zapatos de ante: usa polvos de talco o maicena sobre la mancha y deja actuar durante unas horas. Cepilla y limpia con un cepillo para ante.
  • Manchas de chicle.

El chicle puede ser especialmente complicado de eliminar.

    • Zapatos de tela: coloca el zapato en el congelador durante unas horas. Una vez que el chicle esté duro, ráspalo con cuidado usando una espátula o un cuchillo sin filo. Limpia cualquier residuo con un paño húmedo y jabón suave.
    • Zapatos de piel: utiliza un cubo de hielo para endurecer el chicle. Una vez endurecido, ráspalo con cuidado. Limpia con un paño húmedo y aplica un limpiador para piel si es necesario.
    • Zapatos de ante: congela el chicle utilizando hielo en una bolsa plástica. Una vez endurecido, ráspalo con una espátula o un cuchillo sin filo. Cepilla el ante para restaurar su textura.
  • Manchas de vino.

El vino tinto puede ser especialmente difícil de eliminar si no se actúa rápidamente.

    • Zapatos de tela: absorbe el exceso de vino con un paño seco. Luego, aplica una mezcla de agua y bicarbonato de sodio sobre la mancha. Deja actuar y limpia con un paño húmedo.
    • Zapatos de piel: usa un paño seco para absorber el vino. Luego, aplica un limpiador específico para piel. Frota suavemente hasta que la mancha desaparezca.
    • Zapatos de ante: absorbe el exceso de vino con un paño seco. Usa un limpiador para ante y frota con un paño suave. Cepilla el ante para restaurar su textura.
  • Manchas de tinta.

Las manchas de tinta pueden ser muy persistentes, pero hay métodos efectivos para eliminarlas.

    • Zapatos de tela: aplica alcohol isopropílico sobre la mancha con un algodón. Frota suavemente y limpia con un paño húmedo.
    • Zapatos de piel: usa un limpiador específico para piel o un poco de alcohol isopropílico. Frota suavemente con un paño y limpia con agua.
    • Zapatos de ante: usa una goma de borrar especial para ante. Frota la mancha suavemente. Si persiste, aplica un limpiador para ante.

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