Aumenta la carga de trabajo en las gestorías de tráfico y transporte en España

Las gestorías de tráfico y transporte en España están experimentando un aumento significativo en su carga de trabajo, impulsado por una combinación de factores normativos, económicos y sociales. Este fenómeno responde a la creciente complejidad del sector del transporte, que abarca desde la logística hasta la movilidad urbana, pasando por la gestión de flotas y la tramitación administrativa relacionada.

Uno de los principales motores de este incremento es la evolución normativa que afecta al sector. La entrada en vigor de nuevas regulaciones, como la Ley de Movilidad Sostenible, ha generado un aumento en la demanda de servicios de asesoramiento y gestión por parte de las empresas de transporte. Estas leyes requieren una adaptación rápida y precisa, lo que ha llevado a muchas empresas a externalizar tareas administrativas para cumplir con los plazos y requisitos establecidos.

Además, la expansión del comercio electrónico ha tenido un impacto directo en el volumen de trabajo de las gestorías. La necesidad de una distribución más eficiente y rápida ha incrementado la actividad en el sector logístico, lo que, a su vez, ha generado una mayor demanda de servicios de gestión de flotas y trámites relacionados. Las empresas buscan optimizar sus operaciones y cumplir con las normativas vigentes, lo que ha incrementado la necesidad de apoyo especializado.

Otro factor relevante es la escasez de conductores profesionales. Según datos recientes, en España existen alrededor de 30.000 vacantes sin cubrir en el sector del transporte. Este déficit ha llevado a las empresas a intensificar sus esfuerzos de contratación y formación, lo que ha generado una mayor carga administrativa. Las gestorías han tenido que adaptarse a este escenario, ofreciendo servicios que faciliten la incorporación de nuevos profesionales y el cumplimiento de los requisitos legales asociados.

La digitalización también ha jugado un papel crucial en este aumento de trabajo, tal y como nos explican desde Gestram Gestoría administrativa, quienes nos cuentan que la implementación de tecnologías avanzadas en la gestión del transporte ha requerido una actualización constante de los sistemas y procesos administrativos. Las gestorías han tenido que capacitarse y adaptarse a estas nuevas herramientas para ofrecer un servicio eficiente y actualizado a sus clientes.

En este contexto, las gestorías de tráfico y transporte han evolucionado para convertirse en socios estratégicos para las empresas del sector. Su papel ha pasado de ser meramente administrativo a convertirse en consultores especializados que ayudan a las empresas a navegar por un entorno regulatorio cada vez más complejo y a optimizar sus operaciones. Esta transformación ha sido clave para mantener la competitividad y cumplir con los estándares exigidos.

¿Qué funciones realiza una gestoría de tráfico y transporte?

Una gestoría de tráfico y transporte en España desempeña un papel fundamental en la gestión de todos los trámites administrativos relacionados con vehículos, conductores y empresas del sector logístico. Su función principal es actuar como intermediaria entre los ciudadanos o empresas y las distintas administraciones públicas, como la Dirección General de Tráfico (DGT), el Ministerio de Transportes, las consejerías autonómicas o los ayuntamientos. Gracias a su especialización y experiencia, estas gestorías permiten agilizar procesos complejos, asegurar el cumplimiento normativo y evitar errores o retrasos que podrían acarrear sanciones o pérdidas económicas.

En el ámbito del tráfico, una de las funciones más habituales de estas gestorías es la matriculación de vehículos. Esto incluye tanto la matriculación de vehículos nuevos adquiridos en España como la de vehículos importados desde otros países, donde se requiere una tramitación más compleja que incluye homologaciones, impuestos especiales y documentación específica. Además, las gestorías se encargan de las transferencias de titularidad en casos de compraventa entre particulares o empresas, asegurando que todos los documentos estén en regla y que el nuevo propietario pueda circular legalmente con el vehículo sin contratiempos.

También es común que estas oficinas tramiten las bajas temporales o definitivas de vehículos, así como la obtención de duplicados de permisos de circulación o fichas técnicas en caso de pérdida, robo o deterioro. Además, gestionan la solicitud de permisos especiales, como los de circulación para vehículos históricos, modificaciones técnicas o autorizaciones específicas para vehículos agrícolas, industriales o de transporte de mercancías peligrosas.

En el sector del transporte profesional, las gestorías tienen un papel aún más relevante. Son las encargadas de tramitar las tarjetas de transporte, documentos obligatorios para los autónomos y empresas que se dedican al transporte público de mercancías o viajeros. Estas tarjetas deben renovarse periódicamente y requieren cumplir con una serie de requisitos técnicos, económicos y administrativos que varían según el tipo de servicio, el ámbito territorial o el tipo de vehículo utilizado. Las gestorías se aseguran de que toda la documentación esté en regla y presentan las solicitudes ante los órganos competentes, evitando demoras o denegaciones.

Otra de las tareas esenciales en este campo es la gestión del Certificado de Aptitud Profesional (CAP), obligatorio para los conductores profesionales. Las gestorías no solo se encargan de tramitar su obtención o renovación, sino que también asesoran sobre la formación necesaria, los plazos legales y las obligaciones periódicas. Asimismo, gestionan todo lo relacionado con los tacógrafos digitales, una herramienta fundamental en el control de los tiempos de conducción y descanso de los conductores profesionales, cuyo correcto uso es clave para evitar sanciones.

Las gestorías de tráfico y transporte también ofrecen asesoramiento legal y fiscal adaptado a las necesidades del sector. Esto incluye cuestiones como la contratación de conductores, la elección del régimen fiscal adecuado para una empresa de transporte, la tramitación de seguros, el cumplimiento de la normativa laboral, el registro en el REA (Registro de Empresas Acreditadas) o la participación en concursos y licitaciones públicas. Muchas de estas actividades requieren conocer en profundidad una legislación cambiante y compleja, por lo que contar con el respaldo de una gestoría especializada se convierte en una garantía de seguridad jurídica y eficiencia operativa.

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