El hogar es nuestro sitio en el mundo, la pieza angular de nuestro proyecto de vida. Y, por tanto, debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano para conseguir que ese lugar sea el idóneo para nosotros y para nuestra familia. El hogar es el lugar en el que solemos pasar más tiempo a lo largo del día a día y solamente por eso ya debemos comprender la importancia que reviste para nuestra vida. Si no nos interesamos nosotros mismos por hacer posible todo lo que tenga que ver con la comodidad del hogar, ¿Quién creemos que lo va a hacer?
Una de las cosas en las que debemos mostrar especial atención es el aislamiento de nuestra vivienda. Estamos hablando de algo que es básico porque la temperatura o el ruido que se desarrolla en la calle puede tener una incidencia dentro de nuestra casa y entorpecer nuestra vida, haciendo que sea más incómoda y que no nos haga especialmente felices. Habrá más cosas de las que tenemos que estar al tanto, pero el aislamiento es siempre una buena manera de empezar sin que haya ninguna duda al respecto. Diría que es la mejor.
Vamos a ir analizando, uno a uno, cuáles son los riesgos que están asociados de alguna manera a la incorporación de un aislamiento deficiente en nuestra vivienda. Lo hemos hecho de la mano de Crearsur Aislamientos, que son especialistas en la incorporación de aislamientos insuflados, soplados o ventanas de Pvc, ideales para cuidar de todo lo que tiene que ver con el aislamiento de los hogares.
Estrés
No cabe la menor duda de que estamos hablando de uno de los problemas más grandes de la sociedad moderna. No ha sido tenido en cuenta hasta hace algunos años, pero lo cierto es que hemos abierto los ojos y nos hemos dado cuenta de todo lo que implica tener unos niveles de estrés fuera de lo común. Nos afecta en el puesto de trabajo, en nuestra vida personal e incluso mientras descansamos. Por tanto, podemos decir sin miedo a equivocarnos que estamos hablando de una de las cosas que más dañinas nos puedan resultar. El mundo gira más rápido que nunca y nos obliga a estar más vivos que nunca, algo que nos puede afectar cuando llegamos a casa. Si a eso le añadimos que el aislamiento no es el mejor, apaga y vámonos.
Hay una noticia publicada en Infobae que relata la cantidad de problemas que hay con el estrés que tenemos en el interior de nuestras fronteras. Decía que el estrés en España se estaba disparando y que nos encontramos a la cabeza de sufrimiento psicológico y con más visitas al médico. La verdad es que no es una de las mejores clasificaciones en las que aparezca el nombre de nuestro país y lo cierto es que debemos hacer todo lo que esté en nuestra mano para poder garantizar un combate efectivo contra el estrés que muchos de los ciudadanos y ciudadanas de este país padecen.
¿Acaso no sería una verdadera lástima que tuviéramos que padecer estrés en nuestra propia casa? Lo padecemos si el aislamiento falla o no es el mejor, o sea, si padecemos frío en invierno, calor en verano o si el ruido de la calle no se detiene al llegar hasta nuestras ventanas y nuestras paredes. Es que lo más normal es padecer estrés cuando tengamos problemas como los que acabamos de describir en nuestro hogar. Fijaos la importancia que puede llegar a tener, entonces, el aislamiento en la vida rutinaria de la gente y la cantidad de riesgos a los que nos exponemos si no lo tenemos suficientemente en cuenta.
Problemas de sueño
El descanso es fundamental para cualquier persona. Los expertos recomiendan dormir entre 8 y 10 horas todos los días, pero no es un secreto que muchas personas no se sitúan en esa franja y que incluso duermen bastante menos de esas 8 horas mínimas. Eso ya nos empieza a condicionar en un tema tan importante como el descanso, pero imaginaros si, además de eso, no pudiéramos descansar en condiciones las horas que durmamos. Si dormimos poco y encima dormimos mal, el problema empieza a ser bastante grave. Si dormimos poco, que al menos sea un descanso de calidad, ¿no creéis?
Hay una información publicada en la web de Quirón Salud que manifiesta que hay un tercio de la población en España que tiene problemas de sueño. O sea que al menos 15 millones de personas en España sufren algo relativo a esto. Es una cifra muy elevada, demasiado. Con lo relevante que es descansar para poder ser eficaces al día siguiente en todo lo que hagamos, ya sea en el plano personal o en el profesional, la verdad es que tendríamos que estar muy pendientes de este tema y tratar de poner todas las soluciones que se encuentren a nuestro alcance para soliviantarlo. Y la verdad es que también aquí juega una importancia considerable el aislamiento térmico y acústico de una vivienda.
Imaginaos lo que podría ser no descansar por escuchar continuamente los ruidos que se producen en nuestra calle, aunque tengamos la ventana cerrada. O lo mal que se pasa si tenemos excesivo calor o frío, incluso teniendo puesto el aire acondicionado o la calefacción. Para dormir en condiciones, necesitamos encontrarnos en un espacio con características concretas y la verdad es que tanto los ruidos como las temperaturas pueden ser los peores aliados posibles para el sueño. Por tanto, hay que mantenerlos a raya a toda costa. Todos hemos vivido en primera persona noches en las que ha sido especialmente complicado dormir y no queremos volver a pasar por eso una vez más.
Derroche económico
Cuando no apostamos por el aislamiento de nuestro hogar, especialmente el térmico, estamos asumiendo un riesgo enorme en lo que tiene que ver con la economía familiar. La explicación es bastante simple: cuando no hay un aislamiento térmico en casa o es deficiente, en invierno tendremos mucho frío y deberemos mantener la calefacción encendida durante un montón de horas cada día. Cuando llegue el verano, en cambio, tendremos un montón de calor y el aire acondicionado estará puesto durante todo el día. Es evidente que las facturas de suministros van a ser bastante cuantiosas si llegamos a una situación como esa en nuestra casa.
A eso le podemos sumar lo que ha crecido la factura de la luz o la de cualquier otro suministro en los últimos años. Desde que empezó la guerra entre Ucrania y Rusia, este ha sido uno de los principales focos de preocupación de la sociedad. Y la verdad es que hay un problema que debemos resolver si no tenemos en cuenta todo lo que el aislamiento nos puede ahorrar en ese sentido. Aunque es verdad que vamos a seguir necesitando calefacción y aire acondicionado en los momentos del año que tengan unas temperaturas extremas, el uso que vamos a hacer de ellos va a ser mucho menor que el que podamos hacer sin aislamiento.
A fin de cuentas, el ahorro siempre es importante para que una familia pueda acometer inversiones de cara al futuro, o para mejorar su calidad de vida. Y si ese ahorro también va aparejado a una mejora de las condiciones de vida del hogar, como es el caso, mejor que mejor. Son muchas las personas que se están dando cuenta de lo importante que es conseguir un buen aislamiento para intentar que su día a día en casa se caracterice por un bienestar como el que realmente todos y todas merecemos. Es una buena noticia, pero que nadie se equivoque: todavía nos queda un largo camino por recorrer para que toda la población sea consciente de lo que estamos hablando.
Hay que valorar la vida en el hogar como se merece. No hay duda de que es aquí donde se va a ir gestando el conjunto de proyectos y pensamientos que tengamos en mente para nuestro futuro. No estar cómodos en el hogar es un problema y debemos hacer todo lo que esté en nuestras manos para conseguir cambiar esa situación. El aislamiento solo es una de las cosas de las que tenemos que estar muy pendientes. Como habéis podido ver, son varios los riesgos que se asumen cuando no es el que debería. Y no son en absoluto baladíes.
Con una vivienda con la que estemos felices, tenemos mucho ganado para tener la vida que queremos. Es lo que piensa mucha gente y es lógico que así sea. En ella descansamos, en ella pasamos buena parte de nuestros momentos de ocio y, en muchos casos, en ella trabajamos. Por tanto, hay que hacer todo lo posible para que sea el espacio que siempre hemos querido y que las personas que viven junto a nosotros o nosotras se merecen. Es hora de empezar a hacerlo posible. No es tan difícil, de verdad. Del resultado, por supuesto, jamás os vais a arrepentir.