Los temas principales del baño son, por supuesto, la bañera, el lavabo, el grifo, los armarios y el radiador. La iluminación también es una parte igualmente importante. Si lo eliges adecuadamente, tienes la posibilidad de tener no sólo un espacio funcional, sino sobre todo interesante. Los expertos en inmobiliaria Nordicway nos dan las claves para acertar con la iluminación de tu baño.
Reglas de iluminación del baño
El baño es un lugar específico que requiere un enfoque especial a la hora de elegir el equipamiento. Esto se aplica no sólo a los muebles y accesorios , sino especialmente a la iluminación La razón de estas estrictas normas es que la energía eléctrica y el elemento agua, cuando entran en contacto, pueden convertirse literalmente en una combinación mortal para nosotros. La legislación se ocupa del tema, donde se trata de espacios con bañeras, duchas o espacios para lavarse. La norma divide el baño en diferentes zonas y determina para cada una de ellas qué tipo de luz (y si alguna) puede haber allí.
Números misteriosos para las luces del baño
Al elegir una lámpara para zonas individuales, céntrate en tu resistencia al agua. Está determinado por la abreviatura «IP» seguida de ciertos dígitos. Estos determinan hasta qué punto la luminaria es capaz de soportar la interacción con el agua, es decir, es seguro (segundo número) y al mismo tiempo resistente al polvo y partículas sólidas (primer número). Cada zona tiene entonces su propio grupo de códigos.
Potencia lumínica e iluminación central
Entonces, ¿cómo abordas la iluminación del baño? El baño tiende a ser relativamente estructurado y aquí apreciamos una buena iluminación. La iluminación suele solucionarse mediante una luz central colocada en el techo. Definitivamente no hay que renunciar a él, pero hay que recordar que tiene que iluminar hasta los rincones más remotos, y que la luz debe difundirse lo más uniformemente posible. ¿Qué potencia debería tener una luz de baño? Nuevamente, podemos utilizar estándares técnicos como ayuda. El mínimo absoluto es 250 lux (es decir, 250 lúmenes por m 2 ). Así, si tienes un baño con unas dimensiones de 2×3 m 2 (es decir, 6 m 2 en total), necesitarás una lámpara que produzca al menos 1.500 lúmenes. Para completar, el valor IP óptimo en este caso comienza en el nivel IP44.
Una luz nunca es suficiente
Para conseguir una estancia bien iluminada también es recomendable recurrir a focos que coloques en el techo. Pueden complementar la iluminación central o reemplazarla por completo. Conviene utilizar focos sobre todo si tienes azulejos oscuros. ¿Cuántos focos elegir y cómo colocarlos en el baño? La respuesta es puramente individual, ya que depende de la distribución y las medidas del baño. Si las eliges como complemento a la luz central, pueden iluminar agradablemente rincones más remotos, por ejemplo, la zona cerca del armario, encima del inodoro, encima de la puerta… O puedes crear a partir de ellas un elemento ingenioso en la forma de filas que iluminan ciertos lados del baño.
Si optas por focos con IP45 y valores superiores, también puedes colocarlos en la ducha o encima de la bañera. Puedes controlarlos con un interruptor independiente, que abre la posibilidad de regular la intensidad de la luz en la habitación.
¿Cómo iluminar un espejo en el baño?
Un lugar especial al que debes prestar especial atención en cuanto a iluminación se refiere es el espejo Cabe recordar que el espejo sirve no sólo para una inspección superficial de nuestro aspecto, sino también para un cuidado más sofisticado de la piel. Por último, pero no menos importante, el espejo contribuye a crear la atmósfera general de la habitación. Por ello, el espejo del baño siempre debe tener su propia iluminación. Puedes elegir luces separadas, que normalmente se colocan encima o a lo largo del espejo, o optar por un espejo que ya tenga iluminación incorporada. En muchos casos, incluso puedes regular la intensidad de dicha luz o cambiar la temperatura.
Para un tratamiento facial detallado o un maquillaje minucioso, se recomienda adquirir también un espejo de aumento. Idealmente también con iluminación independiente.
La magia está en las combinaciones y el color
El baño no es sólo un espacio práctico, sino también un lugar de relajación y descanso. En este caso, por supuesto, no deseas un baño perfectamente luminoso, sino que prefiere una iluminación más tenue. Una de las formas es encender solo algunas de las partes de la iluminación del techo. Sin embargo, también puedes equipar el baño con luces para las paredes situadas encima del suelo (ojo, aquí también se aplican ciertas normas), que también son adecuadas para cuando vas al baño por la noche o para refrescarte y no quieres afrontar todo el resplandor. Este tipo de luces también aumenta la seguridad de circulación, algo que agradecen no sólo las personas mayores, sino también los hogares con niños. Por supuesto, también puedes utilizar la iluminación del espejo, que a menudo ofrece diferentes variantes de color de la luz.
Luces inusuales
Los sanitarios electrónicos iluminados son una nueva tendencia. Tampoco debemos olvidarnos del control mediante sensores de movimiento. Aquí se aplican ciertas restricciones para hogares con mascotas. Si realmente quieres que el espacio sea especial, apuesta por rociadores o paneles de ducha que ya tengan luz incorporada. Tu limpieza será literalmente un baño de luz.