Navegar es algo que gusta a prácticamente la mayoría. Surcar los mares y recorrer el mundo sin pisar tierra o cruzar los cielos, es una de las inquietudes que tienen los seres humanos. Más allá de la inquietud que suscita la aventura, disfrutar de una travesía marítima como divertimento, es una de las ofertas de ocio más solicitadas. Existen escuelas que enseñan a navegar, clubes que proporcionan ofertas para montar en barco, yate o cualquier embarcación y pudientes que prefieren disponer de su propio barco de recreo.
En cualquier caso, el ocio marítimo cuenta cada vez con una mayor y variada oferta que va desde las inmersiones submarinistas hasta las actividades deportivas, pasando por las travesías marítimas de mayor o menor envergadura. No obstante, en este artículo, pretendemos disipar algunas dudas sobre lo que nos parece la navegación más interesante, la que se practica a bordo de un velero. Lejos de motores y grandes embarcaciones, los veleros, cuentan con ese encanto romántico que acerca la travesía a los orígenes de la navegación más purista.
Como no puede ser de otra manera, los veleros son embarcaciones que utilizan una o más velas, como medio de propulsión. Poco más sabemos al respecto, por lo que nos hemos acercado a Avante, una escuela náutica donde saben bien sobre veleros y todo lo necesario para viajar en ellos, para conocer de primera mano todo lo relativo a este tipo de embarcaciones. Existen veleros de todos los tamaños, desde pequeñas embarcaciones destinadas al ocio en solitario, no muy lejos de la costa, hasta súper yates que pasan los treinta metros de eslora, capaces de surcar mares y océanos con una gran tripulación y pasaje a bordo. Con independencia de su tamaño, todos los veleros, comparten características como sus cascos (entre uno y tres) o el aparejo para sostener las velas.
Criterios para elegir velero
Ante la posibilidad, necesidad o interés por hacerse con un velero, lo mejor es considera algunos criterios importantes, con independencia de que se trate de un navegante curtido por la sal, o un grumete que se está iniciando. La elección debe basarse en cualquier caso en los criterios siguientes: número de cascos, uso que se le va a dar al velero, dimensiones de eslora, manga y calado, materiales de construcción.
En lo referente al casco, los veleros, pueden tener un casco, denominados monocasco; dos cascos, el conocido como catamarán; o tres cascos, para los entendidos, trimarán. A la hora de elegir entre monocasco o multicasco, hay que considerar pros y contras de cada tipo.
De tal manera que los monocascos, ofrecen ventajas como una mejor navegabilidad, son más estrechos y fáciles de amarrar y, su mantenimiento es menos costoso. Ahora bien, como desventajas, encontramos que son más lentos y propensos a escorar y cuentan con espacios más pequeños y menos cómodos.
Las ventajas que ofrece un velero multicasco pasan por que no escoran, cuentan con espacios más amplios, proporcionando una experiencia más agradable y son más rápidos. Como contra, reducen el rendimiento y navegabilidad en casos de ceñida o fuerte oleaje. Son más anchos y por lo tanto, más difíciles de amarrar y, por supuesto, su mantenimiento es de mayor coste.
A parte de estas cuestiones, es conveniente elegir un velero en función del uso que se le pretende dar. Esto quiere decir que según el tipo de navegación que se vaya a realizar, conviene adquirir un tipo u otro de velero. Las navegaciones más comunes son el crucero, el day-sailing, la regata y la regata crucero.
Ya sabemos en que consiste un crucero, aunque no lo hayamos realizado nunca. En este caso, el velero se utiliza para navegar sin tener ningún tipo de objetivo en lo que a rendimiento respecta, pero si contando con el confort necesario para la tripulación y el pasaje. Por esta razón, lo veleros de crucero se equipan con todo lo necesario para dormir, cocinar y ducharse a bordo. Es decir, para poder vivir en ellos, aunque sea un periodo de tiempo limitado. Se suelen diferenciar los cruceros costeros, para pocos días y los oceánicos, preparados para durar varias semanas.
En cuanto a los veleros para day-sailing, puesto que se trata de un tipo de navegación diurna, los veleros para este fin, no requieren equipación para vivir a bordo. Suelen ser embarcaciones pequeñas, fáciles de transportar por carretera.
Los veleros para regata, se escogen en función del rendimiento esperado, lo que viene a ser, su velocidad. Las instalaciones y equipamiento de confort en la embarcación pasan a un segundo plano. Se trata de veleros diseñados para regatas que duran varios días, lo que hace que el equipamiento se limite a lo estrictamente necesario, ya que el peso disminuye el rendimiento.
Con todo esto, podemos deducir que los veleros para regata y crucero, se diseñan para un uso mixto. Se busca un velero que rinda lo suficiente como para poder participar en una regata, pero que cuente con cierto nivel de confort para disfrutar de un crucero.
Importancia de las dimensiones
Cuando se habla de las dimensiones de una embarcación, se habla de eslora total, manga y calado. La eslora y la manga, determinan el espacio disponible y la capacidad que la embarcación tiene a bordo. Como es lógico, cuanto mayor longitud y anchura tenga el velero, más capacidad tendrá y más pasajeros y equipamiento podrá llevar. Estas dimensiones, influyen a su vez, en el rendimiento de la embarcación. La longitud de la línea de flotación, constituye un factor determinante para marcar la velocidad de navegación. Cuanto más larga sea esta línea, mayor velocidad podrá alcanzar el velero. Por el contrario, la anchura, supone un obstáculo para ganar velocidad. El calado, condiciona el acceso de un velero a determinadas zonas, a razón de la profundidad del agua en las mismas.
En cuanto a la eslora total, determina la distancia entre el punto fijo más en la proa y el punto fijo más a popa del casco. Los elementos móviles o que no se encuentran fijos de forma permanente en la estructura, no forman parte de esta medida. Por ejemplo, para que lo entendamos, un ancla que sobresale, no se encuentra dentro de la eslora total.
La manga es otra de las medidas de la embarcación. En este caso, se trata de la parte más ancha del barco. Tampoco aquí se incluyen los elementos móviles como puede ser la botavara que, puede aumentar temporalmente la anchura del velero, en el momento de maniobrar la vela.
Entre la línea de flotación y el fondo de la quilla (la altura de la parte sumergida de la embarcación), se encuentra el calado que representa dicha distancia. El calado condiciona el acceso del velero en algunas zonas, a razón de la profundidad del agua. Por ejemplo, si el velero tiene un calado de dos metros, solo podrá navegar en zonas en las que la profundidad supere esos dos metros.
Toca hablar de otro aspecto importante a la hora de elegir velero: lo materiales. Los principales materiales utilizados en la construcción del casco de los veleros son la fibra de vidrio, carbono y aluminio.
El material más utilizado es la fibra de vidrio, sobre todo, para los cascos que se fabrican en serie. Combinada con resina, ofrece una construcción de buena calidad, relativamente ligera, si se compara con el acero o la madera, y un coste razonable. Ofrece durabilidad y resistencia a la acción del agua aunque requiere de ciertos cuidados para prolongar su longevidad.
Para los veleros de competición, el material de referencia es el carbono. Este material, combina ligereza y rigidez, cualidades necesarias para obtener el mejor rendimiento. Un casco de carbono puede ser hasta un cincuenta por cien más ligero que el mismo casco fabricado con fibra de vidrio. Se trata de un material más caro y su rigidez, tan extrema, supone una desventaja a la hora de sufrir daños irreparables.
En lo que al aluminio respecta en la fabricación de veleros, se trata de un material con una excelente relación entre resistencia y ligereza, con el añadido de que no se oxida. Estas propiedades, hacen que el aluminio sea el material más utilizado en la construcción de los cruceros de vela oceánicos. En contra cuenta con la electrolisis que requiere tener un especial cuidado con el circuito eléctrico del velero y proteger bien el casco con ánodos.
Poco más podemos añadir respecto a las cuestiones que hay que tener en cuenta a la hora de elegir un velero. Los aspectos señalados son lo más básicos a considerar, tanto si se tienen conocimientos, como si se carecen de ellos. Teniendo clara la finalidad del velero, si se quiere para pasar el día en la zona cercana a la costa, hacer regatas o viajar con él por el mundo surcando los mares, los demás factores van aledaños.
Por supuesto hay que tener en cuenta el presupuesto, los costes que va a ocasionar su uso y mantenimiento y las preferencias personales de cada uno. Lo mejor es acudir a los astilleros e informarse de todo lo necesario antes de tomar una decisión, los veleros no son cualquier cosa y adquirir uno, es algo que conviene meditar.