En la actualidad, las sillas salvaescaleras aportan una serie de beneficios y están diseñadas para facilitar el acceso a diferentes niveles de una vivienda o comercio. Son idóneas para mejorar la autonomía de muchas personas, especialmente aquellas con movilidad reducida, o que no pueden subir y bajar escaleras. Una silla salvaescaleras es un dispositivo que se compone de un asiento con reposapiés y brazos, un riel y un motor.
Las sillas salvaescaleras son ideales para personas mayores que tienen dificultades para subir y bajar escaleras, personas con lesiones temporales, personas con discapacidades y mujeres embarazadas que experimentan molestias al subir escaleras. Pero estas sillas no son recomendables para personas que no pueden sentarse o mantener la cabeza erguida por sí mismas. En estos casos, lo mejor es optar por una plataforma salvaescaleras.
La accesibilidad es un tema fundamental para las personas con movilidad reducida, por eso hay que eliminar las barreras arquitectónicas. Este dispositivo funciona mediante un motor eléctrico que impulsa la silla a lo largo de un riel instalado en la pared o barandilla de la escalera. La persona con movilidad reducida puede manejar la silla mediante un mando a distancia o botones en el propio asiento.
En caso de un corte de luz, la silla salvaescaleras se detendrá automáticamente pero la mayoría tienen una batería de respaldo que permite al usuario llegar a un lugar seguro. Antes de escoger una silla salvaescaleras, los profesionales deben tener en cuenta las necesidades de la persona con movilidad reducida, la anchura de la escalera y el espacio disponible. Las sillas salvaescaleras pueden tener diferentes tipos de asientos. Estos son:
–Asientos giratorios: Permiten al usuario girar la silla para entrar y salir de la escalera con seguridad.
–Asientos abatibles: Son muy cómodos porque se pueden plegar cuando no se usan.
–Asientos con reposapiés y brazos ajustables: Estos asientos se adaptan a las necesidades de cada usuario.
Los diferentes tipos de sillas salvaescaleras
Los profesionales de la empresa total access, expertos en la instalación y en el mantenimiento de sillas salvaescaleras y plataformas para la accesibilidad, nos explican los diferentes tipos de sillas salvaescaleras y sus características.
Sillas salvaescaleras rectas
Las sillas salvaescaleras rectas son las más habituales y están hechas para cubrir tramos rectos de escalera. Se pueden instalar en escaleras de hasta doce metros de altura, pero es posible cortar el raíl a la longitud exacta.
Sillas salvaescaleras curvas
Estos dispositivos curvos están especialmente diseñados para escaleras más complejas por sus recodos y curvas. Están hechos a medida, para que se adapten al diseño de las escaleras.
Sillas salvaescaleras para exteriores
Estas sillas están especialmente diseñadas para escaleras de exterior, para brindar acceso a patios traseros y jardines. Pueden soportar la constante exposición al frío y al calor. Es importante que incluya un sistema de bloqueo con llave y que sus asientos sean de plástico y sus raíles de metal.
Beneficios de la silla salvaescaleras
En este artículo, exploraremos a fondo los múltiples beneficios que brinda una silla salvaescaleras en el hogar o en un edificio.
Autonomía
Este dispositivo ayuda a la persona con movilidad reducida a subir y bajar escaleras de forma segura, lo que le brinda una mayor autonomía para moverse y mejora su calidad de vida. También permite que un hogar sea más accesible para visitantes y familiares que puedan tener dificultades para subir o bajar escaleras.
Comodidad
Otra de las ventajas es que esta silla es cómoda y suele tener asientos acolchados y respaldos ergonómicos. También puede reducir el estrés físico y el dolor asociados con el esfuerzo de subir y bajar escaleras, por lo que mejora la calidad de vida de las personas que sufren de afecciones como artritis, enfermedades cardíacas o debilidad muscular.
Seguridad en el hogar
La silla salvaescaleras ofrece seguridad y reduce significativamente el riesgo de caídas. Incluso, está equipada con cinturones de seguridad retráctiles y sensores que detectan obstáculos en el camino. Desde Periodista Digital informan que «las sillas salvaescaleras también sirven para evitar lesiones a la persona que hace uso de ellas y es que, cuando alguien no puede moverse por su propio pie, resulta más sencillo que tenga caídas, que se dé golpes y que, de alguna forma, vaya más inestable. Con esta herramienta ahora, seguro que todo es mucho mejor».
Los controles suelen ser fáciles de usar y la mayoría de estas sillas se pliegan cuando no están en uso, lo que ayuda a ahorrar espacio. Al brindar una mayor independencia, esta silla permite a la persona mayor o con movilidad reducida disfrutar de su vivienda sin las limitaciones impuestas por las escaleras.
Facilita la recuperación postoperatoria
La silla salvaescaleras facilita la recuperación postoperatoria, ya que después de una cirugía o una lesión, subir y bajar escaleras puede ser contraproducente para la recuperación. Las personas mayores pueden tenerla en casa, sin necesidad de hacer obras y consume poca energía si se compara con una nevera o un ordenador. Los expertos explican que la silla salvaescaleras consume aproximadamente 24 vatios por hora.